UN IMPORTANTE MOTIVO PARA TENER CALENDARIO DE ADVIENTO
Se acercan las Navidades, a un ritmo vertiginoso. Y entre todos los preparativos que estas fiestas conllevan, te gusten o no, este año me he propuesto hacer uno que desde hace tiempo me ronda la cabeza, pero no por una razón festiva, no. A lo largo del post te explicaré un importante motivo para tener un calendario de adviento, al menos para mí.
Los calendarios de adviento son calendarios de la cuenta atrás navideña, desde el día 1 de Diciembre (aunque originariamente comienza en el cuarto domingo antes del día de Navidad), hasta el día 25. Les hay de muchos tipos, desde los más artesanales y con fines sobre todo decorativos, hasta los que venden en supermercados e incluyen 24 chocolatinas para endulzarse un poco cada día. En mi opinión, lo mejor es hacerlos con los niños y a ser posible, para los niños. No hace falta que sólo incluya cosas materiales, como un juguete o una gominola diaria, que también, pero si además incluimos una sorpresa, una actividad o un juego diferente para cada día nos gustará, a todos, mucho más.
Me quedan pocos días para conseguir los materiales y comenzar a elaborar el nuestro, aunque primero tendré que decidirme por cual voy a hacer, pero es que hay tantas opciones… lo que tengo claro es que quiero algo sencillo y reutilizable, que podamos volver a usarlo año tras año, porque como te decía al principio, el motivo de querer tener uno de estos calendarios no es material. El motivo es simplemente, ayudar a mis hijos a desarrollar la PACIENCIA. Sí, esa palabra que nos suena tanto pero que hace tiempo que olvidamos en qué consistía.
El que puede tener paciencia puede tener todo lo que quiera.
(Benjamin Franklin)
Llevamos una vida apresurada, en la que la tecnología, el nivel de vida o las costumbres que hemos asumido muy rápido en las últimas décadas, nos han robado gran parte de la capacidad de tener paciencia. Y si en nosotros se nota, y mucho, en los más pequeños es alarmante la escasez de paciencia que hay.
¿Recuerdas cuando eras pequeño cómo esperabas una semana para poder ver un nuevo capítulo de tu serie de dibujos favorita? ¿O cómo soñabas durante meses con esa bicicleta, esa muñeca o esas deportivas que te iban a regalar por tu cumpleaños o a traer los Reyes? Piensa un momento en la ilusión que te llenaba en esos días o semanas previos a tener lo que ansiabas. En la nerviosa sensación que se alojaba en tu estómago cuando veías próxima la fecha. En la plenitud de haber conseguido algo que tanto llevabas deseando. Pero… ¿ahora?
Ahora todo es Ya. Lo queremos todo ya y si no puede ser ya es que no merece la pena. Tienen más juguetes de los que pueden desear, por eso apenas les ilusiona recibir uno nuevo más allá de los primeros 15 minutos de abrir el paquete. ¿Quieren ver un capítulo de La Patrulla Canina? A golpe de click tienen la temporada completa para ver cuantas veces quieran. ¿Se les antoja otras deportivas más, porque los doce pares que tienen ya no les gusta? Da igual que te empeñes en no comprarlas porque llegará su abuela, su tío o tu prima la del pueblo con un regalo para el niño, y para tí con la frase de hombre, tú también como eres… ¿Y qué conseguimos con esto? Que no sepan lo que es esperar, por lo que el día que se ven en la situación de no tener lo que desean ya mismo, se frustran, se enfadan, no entienden ni quieren entender que no podemos tener todo. Una frustración por cierto, a lo que tampoco están muy acostumbrados.
Así que entre otras opciones que se me han ocurrido para ejercitar la paciencia, he querido aprovechar las fechas que se nos avecinan para fomentarla con un calendario de adviento.
Aparte de los beneficios que nos traerá hacerlo juntos, y luego disfrutar de las chuches y juegos que incluyamos, creo que será positivo el que aprendan que sólo podemos disfrutar de sus tesoros poco a poco. Cada día abriremos una nueva sorpresa, y aunque nos quedemos con ganas de más, tendremos que esperar 24 largas horas hasta poder disfrutar de la siguiente. De una nueva gominola, de un nuevo juego en el que nos reiremos al abrazarnos, de una nueva sorpresa… Durante ese día de espera, imaginaremos que oculta el siguiente número del calendario, soñaremos con que traiga algo que deseamos, idearemos juntos qué podemos hacer si trae tal o cual cosa. Esperaremos, y nos daremos cuenta que la espera también puede ser divertida.
La paciencia puede conquistar el destino.-Proverbio irlandes.
Ese es el importante motivo por el que este año quiero tener nuestro calendario de adviento, para inculcarles la ilusión de la espera, para que aprendan a tolerar sus pequeñas frustraciones al saber que no pueden tenerlo todo ya. Y de paso, para concienciarnos también un poco nosotros, que proponerte tener más paciencia es de las cosas que te propones en año nuevo y para el día 3 se te han olvidado.
A partir de hoy tengo 7 días para hacer nuestro navideño ejercitador de paciencia, y cuando lo terminemos, nos esperarán 24 días para practicar y disfrutar de las sensaciones placenteras que trae el saber esperar.
Y tú ¿necesitas calendario de adviento o sabes tener paciencia?
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4 comentarios
Pues creo que a Diego le viene muy bien practicar la paciencia porque todo lo necesita ya en este momento. No es capaz de ser pausado.
Asi que siguiendo tu consejo, me haré con un calendario de adviento.
Un besote.
Pues ya iremos hablando sobre otras técnicas para enseñarles a ser pacientes, pero de momento aprovechando las fiestas animaros con esta. Ya me contarás si os funciona aunque sea un poquito! Besos.
¡Hola María!
¡Cómo me ha gustado el sentido que has dado a tu post!
En muchos ámbitos hemos perdido la ilusión de la espera.
¡Gracias por la reflexión!
Un abrazo
Gracias a tí Amaya por leerme y dedicarme tu tiempo dejándome un comentario. Sí que es verdad que esperar nos parece algo malo, y hemos olvidado la ilusión que conlleva, pero siempre estamos a tiempo de recuperarla.
Espero que tú siempre la mantengas.
Un abrazo.